Imagen del recuerdo.

Amistad. Todos sabríamos definirlo, sabríamos reconocerlo, o creemos reconocerlo ante nuestros ojos, pero, ¿cuando sabemos si algo así es verdadero? ¿Cómo? ... Muchos hacen promesas, muchos hablan demasiado, y hoy, y días como estos, digo con certeza, que todo, absolutamente todo lo que decimos en la vida, son simplemente palabras, palabras sin ningún tipo de significado.

Debes pensar en quien o como o el que dice una persona, su forma de expresar lo que siente, su mirada, sus gestos, pero, es igual, da lo mismo, siempre caes, siempre cae alguna mentira.

Yo como persona sé lo que es, y sé exactamente por que lo haces, sé perfectamente como y aun no se diferenciarlo, no asimilo la verdad.

Pero, ¿ Sabéis que? He decido seguir mi camino, sin hacer caso a este tipo de cosas que me hacen sentirme inútil y me comen la cabeza, Ya dije basta, y lo digo con una sonrisa en la cara. BASTA de mentiras, basta de falsas promesas, y basta de seguir como si nada. :) Mientras tanto, pienso que nadie me hará tropezar, nadie.

Debemos elegir que decimos, pensar verdaderamente con la mente, y dejar de lado todo lo demás. O al menos intentarlo, yo lo haré.

Dejemos de lado la sinceridad, dejemos de lado la razón.

Ahora todo es diferente, todo se ve, tan, tan...raro. No diferente, raro. Pero entiendo que todo este así.

"Un mordisquito en la mejilla, una mirada que hablaba por los dos. Pasar contigo toda una tarde, reir por la mayor tontería de este mundo. Negarte un beso en los labios, las cosquillitas más perfectas, la ilusión de un abrazo, tu mano por mi espalda , mi cuerpo junto al tuyo. Apagar la luz para sentirnos a oscuras , y escapar del mundo, pero eso sí, solos tú y yo."

Se me inunda el cerebro, se me traban las palabras, las piernas me tiemblan justo cuando se cruzan nuestras miradas, mis labios anhelan los tuyos, se me dibuja una sonrisa en la cara, un suave hormigueo sube por mi estomago, hasta llegar a tocar mi corazón cuando simplemente me cojes la mano, y en esos momentos, en ese mismo instante, solo pienso en que no quiero que me sueltes nunca... Que me cojas la mano y corramos, sin rumbo, sin pensarlo, donde nos lleve el cuerpo y el alma. Espectacular sensación, sí.